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(CAST) Niko... y las flores de Bach

Espai de flors del meu jardí
Espai de flors del meu jardí

Cuando era pequeña y vivía en Barcelona, la vecina del piso de abajo tenía un balcón lleno de plantas y flores de todos los colores. Me gustaba muchísimo el olor que hacía sobretodo la menta, los claveles, la albahaca y el Jazmín.

 

Los domingos iba a ver a mi abuela que vivía en una casa con un huerto y jardín lleno de flores de todos los colores y perfumes.

 

Supongo que por eso me gustan tanto las flores y vivo en un pueblo pequeño donde tengo un jardín, un huerto, tengo gatos, perros, tortugas, una gran balsa llena de ranitas, una colonia de murciélagos y todos los bichillos que quieran venir a casa.

 

Hace años tenía un gato blanco con unos ojos verdes preciosos, se llamaba Niko. Un día me di cuenta que estaba muy apagado, no se movía de su sillita y al acariciarlo vi que tenía el color del pelo amarillento, y la boca también. Yo pensaba que tenía hepatitis y lo lleve al veterinario, le hizo una analítica y el resultado era Anemia Hemolítica, una enfermedad que destruye sus propios glóbulos rojos, no tenía cura y lo mejor era sacrificarlo, o como dijo el veterinario "Un buen Cielo, un buen descanso".

 

No quise sacrificarlo porque como era fin de semana quería estar con el todo el tiempo, ya tendría tiempo de pasar un mal momento.

 

Tengo una amiga que había hecho un cursillo de fin de semana de Flores de Bach, y me recomendó  que le diera el Rescue, porque según ella, había sufrido un Shock con algo relacionado con la sangre -como una pelea-, eso lo había traumatizado, y podría tener el bazo colapsado.

 

En el año 1999 esta interpretación de las emociones no era tan habitual como ahora, pero seguí su consejo y también le di infusión de ortiga (que había leído en un libro que era buena para la anemia).

 

24 horas después, mi gatito Niko ya bajó de su sillita y fue a comer, y poco a poco durante les semanas siguientes se fue recuperando. Volvía a tener el pelo de color blanco y estaba más animado.

 

Como supondréis lo lleve al veterinario, que se sorprendió de lo bien que estaba, le dije que le había dado Flores de Bach (que entonces no eran tan conocidas), e infusión de ortiga. Puso cara de incredulidad y de no saber de lo que le estaba hablando, pero como lo había visto tan mal... no le quedó más remedio que creérselo.

 

El Niko vivió 6 años más...

 

Aquí empecé a interesarme por esta terapia y empecé a comprar unos libros que hablaban de les emociones y de las flores de Bach que iban bien. Los utilicé durante mucho tiempo. También he de decir que durante una época bastante problemática con una compañera, las flores de Bach y Elisabet (terapeuta en flores de Bach i Homeópata), me ayudaron muchísimo. Por lo tanto confío plenamente en ellas.

 

Mi marido hizo un post-grado en bio-neuroemoción, y varias prácticas la hizo conmigo. A raíz de estas prácticas empezaron a salir emociones y recuerdos (buenos y otros más complicados), y siempre he tomado flores de Bach.

 

Al haber utilitzado este sistema floral tanto para mí y mi familia, mis animales y plantas, como para compañeras, amigas y conocidas, pues... decidí formarme en esta terapia y profundizar más en las flores y como nos ayudan emocionalmente: sus virtudes, como se utilizan, etc.

 

Contacté con un centro en Barcelona donde cursar y obtener el Certificado del Centro Bach de Inglaterra, y después de presentar tres trabajos de tres casos diferentes, y un seguimiento de mínimo tres visitas, lo conseguí: soy Practitioner number 0428G.

 

A través del blog os quiero dar a conocer esta maravillosa Terapia Floral que a mí personalmente me ha ayudado mucho.

 

Gracias Niko, allá donde estés, porque tú has sido el que me has hecho llegar hasta aquí. 

 

 

Con todo mi Amor... para ti.